Ak .

-


no compliques
una fijación
con un supuesto

los cálculos
en tu mente
sólo brillan
por ausencia
de claridad


-

vuelven a ser
tus jugadas
las desmedidas
tus vasos
los rebalsados
tus besos
los desequilibrados


-

-ción.

.



a una hora dada
calzas mis piernas

el fuego
devora las casas

pero son los libros
y tu dignidad

los que no saben pedir perdón.




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Habitación dos

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Ese día nos pusimos a pensar en este aula de proporciones minúsculas. Los muebles oscuros de un viejo color madera barnizada le dan el aspecto lúgrube que hace que a nadie le guste trabajar acá. Por eso, para compensar lo aburrido del aula, las chicas inventaron que las hormigas, que viajan cada día por el cable que surca las paredes de la terraza, crearon esta habitación. La más pequeña de las cuatro.

La habitación número dos.




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Territorio hostil -

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- Me enerva, me exaspera. Se me sube por el cuello y me pincha en toda la cara, vengándose.
- Tranquilo mi amigo, no se deje dominar por el pánico. Escúcheme bien lo que le voy a decir y con esto usted después podrá analizar la situación en otra perspectiva.
- ¿A qué se refiere?
- Pues es muy simple. Vea como están ubicados. ¿Lo ve?
- Si
- Muy bien, ¿qué ve?
- A los dos sentados en una mesa… en una esquina. Y él, la está seduciendo, hijo de una gran pu..
- Tranquilo amigo, la dignidad se esfuma fácilmente si pierde la compostura.
Ahora, óigame. Usted mismo no lo ha podido haber dicho mejor. Se encuentran enfrentados en una mesa, en una esquina. ¿Por qué esa esquina, lejos de la ventana? Porque él no quiere que le reconozcan luego que estuvo con aquella dama. Que la está seduciendo es evidente, pero fíjese detenidamente en los detalles que presupone toda la situación. Ella está vestida con ropa casual pero por lo que me ha comentado es una mujer coqueta y a la que le gusta que la respeten. Es algo que se nota por la manera de cruzar las piernas y los ademanes que hace con las manos al hablar. Él sabe muy bien a lo que se enfrenta y le sigue la corriente de tipo riguroso pero que no muy en el fondo está dispuesto a ser todo lo cariñoso y protector que una mujer necesita.
Es un dandy, un seductor. ¿Cómo me doy cuenta?, por la manera de mover los labios como si todo el tiempo le estuviesen a punto de sacar una foto y por el terrible esfuerzo de hablar con propiedad que camufla discretamente entre risas. Ella no lo nota porque empieza a distenderse, a caer en la coyuntura.
Ella, una dama. Él, un dandy. Todo un juego de formalidades. Ahí esta la trampa y el orgasmo de toda la cuestión.
- Y entonces, ¿qué? Tengo que soportar ver como se la lleva a la cama.
- No se anticipe. Es evidente que eso no sucederá.
- ¿Cómo lo sabe?
- Bueno. Él piensa que ella es una boludita más. Le atrae la idea de la implicancia de alguna complicación, de una resistencia. Ella le ofrece esa resitencia y eso lo excita, pero nunca se planteó el llegar más lejos. Se vio siempre confrontado con la situación de “mujer entregada” y eso aburre, amigo. Todas las mujeres le hicieron y le hacen saber el encanto que tiene y así fueron y serán desechadas una por una. Y esta bien, pero... ¿qué pasa cuando el juego por fin se pone interesante? Ahí surge el conflicto. Nunca pensó en ir más allá, nunca creyó posible que aquello por fin sucediera, entonces, ante el miedo, no le queda otra opción que obligarse a creer que esa mujer es una boludita más. Ya su cara esboza la idea.
- Ja, patético.
- No lo sé, ¿quién podría juzgarnos?
- ¿Entonces?
- Entonces nada, amigo. Está noche él la despedirá en la puerta de su casa y no la volverá a ver. Pero en cambio yo, sí pienso volver a ver a esta mujer. Usted debería dejar de sufrirla y yo voy a ayudarle. Puede tomarlo como un gran auxilio o pensar que le camino por el cuello y le pincho toda la cara.
Au revoir, quédese con el vuelto.



12/9

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A breath of fresh air -

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Liquid seeps into your lungs
but your eyes look so serene




Si yo pudiera decirte cómo es que se me mete el barro por las rodillas hasta los codos y los nudillos, o los párpados, que a veces buscan entre los bolsillos del abrigo, ahora lleno de peces, ahora oliendo a vos.
Te me vas, para el otro lado del río te me vas. Pero sos ocioso y te quedas en la orillita tibia, en un pedacito de mundo. De un costado el agua fría, del otro la sal. Y yo que me estanco río abajo con la soga tirando del cuello, busco la grieta en el agua, la solvencia entre mis dedos tratando de comprender cómo es que las cosas se me podrían llegar a escapar.
Quizás puedas creer lo que te diga. Pero si yo pudiese explicarte como es que se acumulan algas acá, entre mis cosas, entre todo lo que pueda construir, entonces quizás y solo así, te sentarías un rato conmigo.
Un rato a conversar.



It's wonderful how the surface ripples
but you're perfect, and I cannot breathe



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While I'm watching tv





I imagine this story, about a girl and a boy. It’s 10 o’ clock in the morning. They wake up. The day arrives …



Son las diez de la mañana. Se despiertan. El día se les presenta como una sucesión de acontecimientos rutinarios por demás. Esperan dos minutos antes de salir por completo de la cama. Se dirigen al baño, lavan su cara. Él con migraña, ella con lagañas. Cada uno en su respectiva casa resuelve la mañana de un domingo con una mueca de seriedad. Lo que piensan no importa porque todo está allí, en la contemplación de los actos, de la mano que acaricia el pelo, de la otra apretando la cintura, agarrando un peine, poniéndose un pantalón.
De la mañana con sonido a pájaros, de la mañana con el café ya listo. Suena la silla, las piernas se cruzan, un dejarse caer. Es el llevar la taza a la boca y el click instantáneo retenido en ese actuar de los labios rozando apenas los bordes. Después del trago la mano de ella se extiende hacia la punta de la mesa, deja la taza. En la otra punta él levanta una taza, le da un sorbo a la infusión, contrae sus hombros, suspirará acaso, deja la taza.
Ella toca su pera. El toca su nuca. La contemplación de la ventana que da a ese interior de cosas no resueltas.
Lo que piensan realmente no importa. Todo está allí en un hacer lo mismo, figurar lo mismo, aparecerse y contenerse en un mismo lugar de cosas automatizadas.
Accidentalmente, él dejo de hablarle.
Consecuencialmente, ella dejo de pronunciarlo.
Eventualmente, jamás conversaron.

don't feel like ...

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El horizonte te perfila rígida como contemplando una tarde en una ventana cualquiera. Estas triste y lo notas en los escalofríos. Estas triste y lo notas en las palabras que ya no se atropellan en tu cabeza, diciéndote ahora exactamente aquello que tanto temías tener miedo.
Se ilumina el pequeño orificio por el cual discurren todas las oportunidades.
Tus manos arden en el frío.
La sangre no alcanza en tus venas y piensas que tal vez creerte inconciente ya no es un juego de niños.
Quietud.
No quieres ayudarte, lo reclamas con ferviente convicción.
Ésta tristeza que eres es el problema. Si no quieres ayudarte.
Guardas tus manos en el abrigo.






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I. Aldultez .-



El viento nos desarma el techo y nos desembaraza de los pesares. En la mesa nos miramos de reojo entre nosotros y hacia arriba, cuando el segundo piso rechina adolorido, quejándose. Siempre es la sopa la que nos cae mal, la que nos obliga a dejarnos caer en el sillón; y la ventana nos pierde.
Ahora es la tarde la que se nos pasa entre un letargo hambruno y brazos inertes.



Ciertos días se acontecen con ocupaciones imperecederas: cuando se trata de poner clavos o arreglar las maderas, él se encarga de que los martillazos siempre sean dos de más y los huecos más grandes.
Al principio me abrumaba aquel sonido incesante del viento rechinando todos los muebles...





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she .

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Artista coagulando mermeladas de extasío y pasión. Un torrente de ecuaciones ayudan al desprendimiento de materia extraliteral corriendo por tus venas donde ahondan todos los secretos jamás llevados a un plano puro por insuficiencia de espacio. Los límites hacen que la suma de todo el potencial se llene de blancos y de momentos de distorsión, en los cuales te das cuenta de la capacidad de exhortación y eclosión que emanan tus pulsaciones interiores.
Por puro equilibrio natural, cada vez que te das cuenta de tu inminente agudeza, la madre tierra te obliga a expulsar en vómitos toneladas de repeticiones y rutinas circundantes amontonadas en toda la corriente fluidez del aburrimiento. Pero la suspicacia te alerta hacia un simposio de cosas nuevas y refleja a una persona que no encaja con los reensambles de imágenes que todo lo inmenso podría ofrecer.
Artífice, creadora, autora, inventora, virtuosa, ejecutante portentosa de majestuosidades. Tus sueños de filarmonías solfeando lo inmundo y lo hermoso.



Todo lo que representas ante mis ojos.

Go get your knife -

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Aunque sea algo extraño, las convicciones con las que me reflejo no son tan inventadas .. más bien pensadas por alguién más.







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avait -




Me he estado preguntando como podremos salir del ensueño, nada me retiene.
Ya no hay caída que valga la pena.
No hay suelo firme si la espesura recubre tu cabello como si fueras un ente muerto.
Pobre, mi amor, pobre.
Ahora veo cerrar tus ojos en el ahogo.
Quisiera besar tus labios.
Preferiría morir desgarrada, pensando en vos.

27/4

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Una sucia verja da a este olvido de cosas y la otredad de la que me siento participe confluye hasta hacer un eco de todo lo que se dijo y todo lo que pudo haberse dicho.

Algunos corazones pelean contra la mala costumbre de la soledad, volviéndose mito.

Las cosas nunca fueron así de esperanzadoras. Digo que quizás la esperanza solo se lleva consigo el tiempo con el que esperamos, aquel tiempo que miramos caer como un vaso en su borde haciéndose trizas contra el suelo.



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Into this heart of mine.




Kiss me, please kiss me,
Oh, you know it makes me so angry
'cause I know that in time
I'll only make you cry



En esta vida
A muchas cosas absurdas
Las encanto
Por encantarme a mí.

Cocotte .




Escribo versos, intento rimas que me suenan forzadas
tanto como la piedad de la gente que quiso enderezarme.
Alguien ha decidido publicarme un libro.
Soy simplemente una puta.
Otra mujer nacida de la costilla de un hombre.




Clara Beter -

Turning upside down -



Me dijeron de ser siempre prudente. Me aconsejaron siempre escuchar, estar atenta, ceder pero no sin triunfar. Me pidieron que entendiera, que respetara, que estudiara y que valorara. Me mostraron a las personas como tienen que ser queridas para que la quieran a una de la misma manera.

Me cultivaron en la fe de nuestro señor para que nunca pierda las esperanzas, por más que las adversidades que se presentaran a lo largo de la vida sean duras.

Y yo simplemente mentí, ultrajé, robé y maté.




¿Qué me dicen de eso?

Puede besar a mi culo.

(En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo)